Ya la gente empieza a burlarse del alcalde Dío Astacio y, al mismo tiempo, se preguntan en qué se está invirtiendo los 280 millones.»
La gestión del alcalde de Santo Domingo Este, Dío Astacio, ha sido objeto de múltiples críticas y burlas, particularmente en las redes sociales. El alcalde ha adoptado una estrategia de visibilidad en la cual comparte a través de estas plataformas cada acción que, según él, favorece al municipio. Sin embargo, esta visibilidad ha expuesto algunas inconsistencias y deficiencias en su administración, lo que ha suscitado serias preguntas sobre la gestión de los fondos públicos, específicamente los 280 millones de pesos aprobados para atender un estado de urgencia en el municipio.
Recientemente, un video que circula en redes sociales muestra a un hombre, cuya afiliación con la alcaldía no está claramente identificada, limpiando una cañada con la tapa de un recipiente para ropa sucia. Este acto ha generado una ola de burlas y críticas, pues evidencia una falta de equipamiento adecuado para tareas básicas de limpieza pública. La escena ridiculiza no solo al trabajador, sino también la gestión del alcalde, quien parece no haber proporcionado las herramientas necesarias para la correcta ejecución de estas labores.
La indignación pública se intensifica al considerar que 280 millones de pesos fueron aprobados por los regidores para un estado de urgencia, fondos que deberían haber garantizado la adquisición de herramientas adecuadas para la limpieza y otras necesidades urgentes del municipio. La falta de guantes y mascarillas para los trabajadores que recogen basura es otro ejemplo flagrante de esta aparente mala administración. Los videos que muestran a estos empleados manejando residuos sin la protección necesaria no solo exponen una gestión irresponsable sino también una peligrosa negligencia hacia la salud y seguridad de los trabajadores.
Es imperativo que el alcalde Dío Astacio rinda cuentas sobre la utilización de estos fondos. La transparencia en la gestión de los recursos públicos no es solo una cuestión de ética, sino una obligación legal y moral hacia los ciudadanos que confían en sus líderes para mejorar su calidad de vida. La opacidad y la falta de explicaciones satisfactorias alimentan la desconfianza y el escepticismo de la población, que con justa razón demanda respuestas claras y acciones concretas.
El caso de Santo Domingo Este pone de manifiesto la importancia de una administración pública eficiente y transparente. No basta con publicitar las acciones en redes sociales; es crucial que estas acciones sean efectivas y que los recursos destinados a ellas se utilicen de manera adecuada y transparente. El alcalde Dío Astacio debe tomar medidas inmediatas para corregir estas deficiencias, proporcionando el equipamiento adecuado a los trabajadores y asegurando que los fondos públicos se empleen correctamente.
La ciudadanía merece una gestión que no solo sea visible, sino también eficiente y responsable. Las acciones y decisiones del alcalde deben reflejar un compromiso genuino con el bienestar de la comunidad, y esto solo se logrará con una administración transparente, responsable y centrada en las verdaderas necesidades del municipio