Las dunas de Baní aún sin vigilancia

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A cinco días de la agresión ambiental causada a las Dunas de Baní por sectores económicos interesados en su explotación,la zona permanece sin vigilancia militar que pueda impedir la ocurrencia de nuevos daños.




Desde Matanzas hasta Las Salinas de Puerto Hermoso (unos 15 kilómetros), no se visualiza la más mínima vigilancia de las autoridades competentes.

En la zona afectada por los cortes y tala indiscriminada de su área boscosa, todavía permanecen las empalizadas que se extienden por cientos de hectáreas que parcelan con fines agrícolas esta área protegida, bajo el amparo de permisos medioambientales, según han denunciado comunitarios, ambientalistas y productores apícolas y caprinos de la zona.


En la comunidad de Las Calderas se afirma que el interés de los ocupantes de la zona dañada, con el corte y quema brutal de sus bosques, es realizar aquí “una extensa siembra de sandias”.

Ayer en horas de la tarde, reporteros de Listín Diario recorrieron kilómetros de este “monumento natural”, sin haber visto ni una sola unidad de patrullaje de los guardabosques llamados a cuidar esta reserva científica.

Desde Matanzas, donde nacen Las Dunas Banilejas, en las proximidades a Arroyo Aguzadera, hasta la zona de Las Calderas, se registran unos 15 puntos de entrada y salida de este emblemático recurso ecológico y, en ninguno de estos lugares se pudo avistar el inicio de los trabajos para la instalación de la infraestructura de control a los depredadores de este parque, anunciada recientemente por el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Ceara Hatton.


El funcionario aseguró que en esta área protegida “el Ministerio de Medio Ambiente está haciendo una inversión de 20 millones de pesos que incluye la construcción de tres torres de altura de 9 metros; la reparación de dos puntos de vigilancia en la carretera y tres casetas de protección y vigilancia de 58 metros cuadrados”, cada una.

Pero a la fecha nada de esto existe, aún, a lo largo y ancho de la Reserva Científica y Monumento Natural Félix Servio Docoudray, según pudieron observar ayer reporteros de este diario en un amplio recorrido por este lugar.

Mientras, las Dunas de Las Calderas son azotadas inmisericordemente, el Gobierno y el ministro de Medio Ambiente, Ceara Hatton han expresado que el daño ambiental producido en este lugar está fuera del área protegida.


Incluso, refieren que este ilícito ecológico fue “en una parcela privada” atribuida a Etervino Vizcaíno Guerrero, quien supuestamente ha sido detenido y sometido a la justicia, pero se ha sabido que en los tribunales de Baní no se ha registrado ningún caso de esta naturaleza.

Daños sistemáticos

En los últimos años, Las Dunas ubicada en la provincia Peravia ha sido victima de varios atentados, siendo el más reciente el corte indiscriminado y la quema brutal de amplias zonas boscosas de esta Reserva Científica “Félix Servio Ducoudray, que evidencia a todas luces un crimen ecológico de dimensiones alarmantes.


La noticia se dio a conocer por la denuncia de dirigentes comunitarios que reportaron que de forma brutal, miles de metros de sus áreas boscosas habían sido quemadas de forma criminal por ocupantes ilegales que al parecer, cuentan con “la anuencia irresponsable de autoridades tanto provinciales como directamente del Ministerio de Medio Ambiente”.

En recorridos realizados por Listín Diario se pudo constatar la veracidad de las denuncias y los daños ocasionados por los invasores, los cuales han sido catalogados por los ambientalistas como “un crimen ecológico de dimensiones alarmantes”.

También se han podido apreciar en la zona la perforación de un pozo, en el que obreros trabajaban despreocupadamente sacando arena con cubos y colocando tuberías plásticas.

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